Los cuartos de final de la Copa Argentina ya tienen dos semifinalistas definidos y otro por conocerse en la próxima semana. En ese contexto, el partido entre River y Racing todavía no tiene fecha confirmada, en medio de intereses cruzados y un ambiente cargado de tensión. Desde Avellaneda, la dirigencia académica decidió dar el primer paso y elevó una solicitud oficial a la AFA.
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Según reveló el periodista Tomás Dávila en ESPN, Racing pidió que el partido se juegue el miércoles 8 de octubre, con el argumento de evitar una seguidilla asfixiante de compromisos que incluirá el clásico con Independiente el 28 de septiembre y la serie de Libertadores frente a Vélez. Así, buscan estirar el calendario para llegar con más aire.

Del lado de River, la idea es distinta. En Núñez prefieren disputar el duelo en la primera semana de octubre, entre el miércoles 1 y el jueves 2, a pesar de la agenda ajustada. El principal temor es que, si se juega durante la fecha FIFA (del 9 al 14), Marcelo Gallardo no pueda contar con varias figuras, ya que en la última convocatoria el equipo perdió seis futbolistas por compromisos con sus selecciones.
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A la disputa por la fecha se suma la incógnita sobre la sede. En busca de garantizar seguridad y permitir la presencia de ambas parcialidades, los estadios que están en carpeta son el Mario Alberto Kempes de Córdoba, el Gigante de Arroyito de Rosario y el Malvinas Argentinas de Mendoza. La decisión final dependerá del operativo que dispongan las autoridades y la AFA.

Con la relación entre ambos clubes deteriorada tras el pase de Maxi Salas y las declaraciones cruzadas entre protagonistas, el cruce promete ser un clásico caliente. A eso se suman nombres propios como Juanfer Quintero y Marcos Rojo, que elevan la expectativa en un partido que no solo definirá un lugar en semifinales, sino que también pondrá frente a frente a dos equipos con cuentas pendientes dentro y fuera de la cancha.