Maximiliano Salas dejó atrás el esguince del ligamento colateral medial de la rodilla derecha, lesión que había sufrido en el duelo frente a San Lorenzo. Tras semanas de trabajo diferenciado, el defensor fue evaluado por el cuerpo médico y recibió el visto bueno para volver a entrenar a la par de sus compañeros.
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La recuperación se dio en menos tiempo del esperado y eso abre la puerta a que el jugador pueda sumar minutos en el próximo encuentro. La chance de estar presente contra Lanús, este lunes, dependerá de la decisión final de Gallardo, que quiere evitar riesgos innecesarios y lo evaluará día a día.
La baja de Salas había sido un golpe para el equipo, que perdió solidez en el fondo en un tramo de la temporada con partidos exigentes. Ahora, con su regreso, el DT recupera una variante que le da equilibrio y presencia en la defensa. El regreso aporta aire fresco a un plantel que necesita recuperar confianza.
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El próximo compromiso ante Lanús se presenta como una buena oportunidad para que River muestre otra cara. Con la clasificación copera en el horizonte, la vuelta de Salas es una señal positiva para pensar en un equipo más sólido. El Monumental espera verlo de nuevo y la expectativa ya se siente en Núñez.