Juana Castellano, mediocampista de River y figura de Las Leonas, empezó en el hockey acompañando a su mamá al club. "Arranqué de muy chica, pasaba horas y horas en el club, siempre fue mi lugar preferido", recuerda con una sonrisa. Desde las inferiores hasta la primera división, su vínculo con el club marcó su crecimiento. El esfuerzo y la dedicación la llevaron a destacarse rápidamente y a convertirse en un referente juvenil. Su historia demuestra cómo la pasión por un deporte puede unir generaciones.
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En 2019, Juana vivió un momento inolvidable: la final de séptima división de River contra Italiano. "El gol definitorio fue en un córner corto, ganamos 1 a 0, y todavía lo recuerdo perfectamente. Es la única vez que salí campeona con el club, y lo he visto un millón de veces", relata emocionada. Su paso por las juveniles consolidó no solo su juego, sino también la conexión con el equipo y la identidad riverplatense que la acompaña.

El 2023 fue un año de emociones: convocada por primera vez a Las Leonas, Juana ganó la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Santiago. "Fue un recuerdo muy lindo. La clave fue apoyarse en el equipo, confiar en ellas y saber que ellas confían en uno. Todo se vivió con mucha alegría", asegura. Luego, en 2024, obtuvo la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de París, cumpliendo un sueño de toda la vida. "Jugar unos Juegos Olímpicos es la cita máxima de un deportista, y poder sumar una medalla fue increíble", comenta entre sonrisas.
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Más allá de los logros, Juana valora la contención y el acompañamiento dentro de la selección. "Desde el primer minuto, las referentes me hicieron sentir confianza y alegría. Hay acompañamiento psicológico y un grupo que te ayuda, y eso es fundamental para manejar los nervios y crecer como persona", afirma. Además, comparte la pasión y la tradición familiar: usa el mismo número que su mamá y mantiene viva la conexión con ella a través del hockey. "En casa se respira hockey desde siempre, y eso me marcó muchísimo", agrega.

Con su humildad, Juana Castellano se consolida como un ejemplo. Su historia refleja la combinación de esfuerzo, amor por la camiseta y sueños cumplidos, mostrando que el hockey puede unir, enseñar y emocionar. "Agradezco a mi familia, al club y al equipo por estar siempre. Vivir esta experiencia es único, y siempre busco más", concluye. Una joven que no solo juega al hockey: vive y respira River y Las Leonas.