La defensa de River sufrió un golpe duro en los últimos días. Primero cayó Martínez Quarta, con un esguince en la rodilla derecha que lo dejaría afuera también de la revancha. Luego, Pezzella se rompió el ligamento cruzado anterior de la izquierda y quedó fuera de la temporada. Para colmo, Rivero no fue incluido en la nómina porque al momento de presentarla no estaba al 100%, y reemplazarlo hubiera significado dejar afuera a uno de los refuerzos.
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Así, Boselli pasó de ser el quinto central en la consideración de Gallardo a ocupar un lugar clave en la zaga. La dupla ideal sería con Paulo Díaz, siempre que el chileno supere la inflamación en la rodilla que lo marginó del último clásico con Independiente. Si no llega, el uruguayo podría asumir aún más protagonismo en un duelo copero que no da margen de error.

Formado en Defensor Sporting, el central jugó la temporada pasada a préstamo en Estudiantes, donde disputó 27 partidos y marcó un gol. Incluso tuvo rodaje en esta misma Copa Libertadores durante la fase de grupos con el Pincha. Su repesca en este mercado fue por pedido expreso de Gallardo, que ahora lo necesita más que nunca.
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El jueves, en el Estadio La Huerta de Asunción, Boselli tendrá la oportunidad de demostrar que está listo para dar un paso adelante. Con apenas un par de entrenamientos en la semana para ajustar la última línea, el uruguayo sabe que puede ser el momento que marque un antes y un después en su estadía en Núñez.