Minutos después de quedarse en el banco en la victoria del Bayer Leverkusen por 4-2 ante Paderborn por la Copa Alemania, Claudio "Diablito" Echeverri volvió a ser noticia en Argentina. El chaqueño de 19 años subió una historia en Instagram con una foto suya besando el escudo de River, acompañada de un reloj de arena, un corazón y la palabra "back". El gesto fue suficiente para que los hinchas comenzaran a soñar con un posible regreso al club donde se formó.
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Sin embargo, desde el Manchester City (dueño de su pase) fueron contundentes: no hay chances de que Echeverri vuelva a River en el corto plazo. El préstamo al Leverkusen incluye una cláusula de repesca si no juega al menos la mitad de los partidos de la temporada, pero el objetivo del City es que sume minutos en Europa, no que regrese a la Argentina.
El cambio de entrenador afectó por completo su panorama. Tras la salida de Erik ten Hag, quien lo había convencido para unirse al Leverkusen, Echeverri perdió terreno y pasó a un segundo plano. De los últimos siete encuentros, en cinco no ingresó y solo jugó 10 minutos contra el PSV y 45 frente al PSG, ambos por la Champions. Su falta de continuidad preocupa en Manchester, donde ya analizan alternativas para que vuelva a ganar ritmo competitivo.
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El plan de los ingleses, si deciden interrumpir el préstamo, es reubicarlo en otro equipo del grupo City, probablemente el Girona, que ya lo quiso a principios de este año. En el club preocupa la falta de rodaje del mediapunta, que no completa 90 minutos desde noviembre de 2024, cuando aún vestía la camiseta de River. Por ahora, los mensajes nostálgicos del Diablito no pasarán de eso: una muestra de afecto hacia el club de Núñez, pero sin posibilidades reales de retorno.