El Comité de Disciplina de la FIFA informó oficialmente una sanción contra River Plate por faltas cometidas durante los tres partidos que el equipo disputó en el último Mundial de Clubes. La multa asciende a 70.000 francos suizos, unos 88.000 dólares al cambio actual, y llega acompañada de una exigencia extra: el club deberá desarrollar un plan antidiscriminación en conjunto con la entidad madre del fútbol mundial.
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Según el informe, la sanción responde a cánticos homofóbicos, insultos racistas, lanzamiento de objetos (como comida, bebidas y postes de banderas) hacia jugadores del Inter tras el encuentro, además del uso de dispositivos de humo en las tribunas y el despliegue de una bandera no aprobada por la organización. Estas infracciones se detectaron en distintos momentos del certamen y fueron registradas por los veedores del torneo.
En su descargo, River reconoció los hechos, condenó los episodios de discriminación y presentó una serie de medidas preventivas que ya se están aplicando, entre ellas capacitaciones internas y controles más estrictos en los accesos. Sin embargo, la FIFA fue tajante: el club tendrá un plazo de tres meses para desarrollar junto a la entidad un programa educativo contra la discriminación, que deberá ser validado y monitoreado por la propia organización.
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En caso de incumplir con el compromiso, el organismo advirtió que River sufrirá un cierre parcial del estadio Monumental, afectando al menos un 25% de su capacidad en su próximo partido como local por competencias domésticas. La dirigencia de Núñez ya trabaja para evitar esa sanción adicional y dejar atrás un episodio que manchó la imagen institucional en el plano internacional.