El recuerdo del último mano a mano todavía pesa en Núñez: la semifinal de enero de 2021 quedó marcada por el 3-0 de Palmeiras en Buenos Aires y la heroica remontada que casi logra River en Brasil, en un Allianz Parque que vio al equipo de Gallardo quedar a un gol de la hazaña. Aquel duelo se jugó en plena pandemia, sin público, con planteles más cortos y un contexto económico mucho más austero.
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La diferencia más notoria para este 2025 está en el entorno. El Monumental ya no es el mismo: pasó de 66 mil a 85 mil lugares y se convirtió en el estadio más grande de América, con césped híbrido de nivel europeo. Palmeiras, en tanto, apostó por un campo de juego sintético y un Allianz Parque multipropósito, que lo convirtió en un modelo de explotación comercial en Brasil.

En lo deportivo, River llega con un plantel reforzado y valuado en más de 200 millones de dólares, mientras que Palmeiras redobló la apuesta: desembolsó 130 millones en refuerzos y recuperó gran parte de esa cifra en ventas. En 2021, ambos planteles tenían presupuestos mucho más bajos y la diferencia se marcaba más en la jerarquía colectiva que en los números.
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El marco social también cambió. River lidera Sudamérica con más de 350 mil socios, una cifra récord, mientras que Palmeiras suma 182 mil, siendo el club con más asociados de Brasil. En 2021, ambas instituciones tenían apenas la mitad de esos números.

Ahora, con hinchas en las tribunas y economías mucho más sólidas, la serie promete un escenario completamente distinto al de aquel cruce. El antecedente reciente sigue fresco, pero la tercera batalla entre River y Palmeiras será bajo condiciones nuevas, con otro peso en lo futbolístico y lo institucional.