El futuro de Miguel Borja en River Plate se mantiene abierto y con varios matices. Cuando parecía que el delantero colombiano estaba encaminado a marcharse una vez terminado su contrato, la postura cambió y todo quedó sujeto a su rendimiento en lo que resta del semestre. Desde Núñez explicaron que analizan extender el vínculo por un año, aunque la decisión también dependerá del deseo del futbolista de seguir vistiendo la Banda.
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El contrato del Colibrí finaliza en diciembre y, mientras tanto, ya comenzaron a aparecer opciones desde el exterior. Durante el mercado estival hubo sondeos desde Tigres de México, pero la negociación no prosperó porque la dirigencia tasó al jugador en una cifra cercana a los 4 millones de dólares. En este contexto, Borja busca convencer a Gallardo con goles y buenas actuaciones para asegurar su futuro.
En lo que va de la temporada, el delantero suma 7 goles y 3 asistencias en 34 partidos, números que el cuerpo técnico observa con detenimiento. Su participación volvió a crecer tras las lesiones de Driussi y Salas, que lo posicionaron nuevamente como una alternativa de peso en el ataque. Sin embargo, todavía no hay una resolución definitiva sobre su continuidad.
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La dirigencia también analiza el panorama en la Copa Libertadores, donde River definirá su serie de octavos de final ante Libertad este jueves en el Monumental. En caso de avanzar, tendrá la chance reglamentaria de sumar un refuerzo, pero desde el club fueron claros: "No vamos a incorporar, estamos conformes con el plantel que tenemos", indicaron. El eventual rival en cuartos será el ganador del cruce entre Palmeiras y Universitario de Perú.
Otro tema caliente es la situación de los marginados. Manuel Lanzini y Matías Kranevitter continúan apartados tras el Mundial de Clubes y aún no definieron sus salidas. En el caso de Lanzini, está avanzada una negociación para incorporarse a Vélez, mientras que Kranevitter todavía busca destino. Si no logran resolver su futuro, seguirán en el club pero sin ser tenidos en cuenta por Gallardo.