En la antesala del duelo más exigente de la fase de grupos, River recibió una muestra de cariño masiva. A la espera del choque ante Inter por la tercera fecha del Mundial de Clubes, miles de hinchas se reunieron en Victory Hall, en pleno Seattle, para alentar al equipo con un banderazo que dejó en claro quién manda en Estados Unidos.
La movilización fue creciendo durante la tarde y se trasladó hacia el Hotel Westin, donde el plantel está concentrado. En un clima de expectativa total por la clasificación, que depende únicamente de River, los fanáticos hicieron sentir su presencia con canciones, banderas y fuegos artificiales, generando una postal inolvidable en la ciudad.
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La demostración de amor fue total, sin importar la distancia ni el contexto. En medio de cánticos y banderas flameando, familias enteras, amigos y hasta grupos organizados se acercaron a bancar al equipo en este momento clave. La convocatoria fue espontánea pero masiva, con una intensidad propia de las grandes citas, como si River estuviera jugando en casa, aunque a miles de kilómetros del Monumental.
Para esta noche se espera un marco imponente en el Lumen Field, con más de 25 mil hinchas alentando a River, un número muy por encima de los 10 mil que dijeron presente en el debut frente al Urawa Red Diamonds. El cruce ante Inter es una final anticipada y la gente lo entiende así: no dejó pasar la oportunidad de hacerse sentir y acompañar al equipo en uno de los desafíos más importantes del año.