River Plate se sacó un peso enorme de encima al derrotar a Libertad en los penales por los octavos de final de la Libertadores. Después de empatar 1-1 en el global, el equipo de Marcelo Gallardo se impuso 3-1 desde los doce pasos con Franco Armani como héroe, cortando una racha que parecía interminable. El desahogo en el Monumental fue total.
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El último triunfo de River en una tanda se había dado en 2019, cuando eliminó a Cruzeiro en octavos de Libertadores en Belo Horizonte. Desde entonces, pasaron seis años de sequía en este tipo de definiciones, con la particularidad de que se encadenaron ocho derrotas consecutivas, la peor racha en la historia del club de Núñez.
La lista negra incluye tropiezos muy recordados: dos veces frente a Boca en 2021 (Copa de la Liga y Copa Argentina), Patronato en 2022, Internacional en 2023, Rosario Central también en 2023, Temperley en 2024, y ya en 2025 Talleres por la Supercopa Internacional y Platense en la Copa de la Liga. Cada caída fue alimentando el fantasma de los penales.
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Con la victoria frente a Libertad, River no solo accedió a los cuartos de final, sino que también recuperó confianza en una instancia que lo venía condenando. Armani fue clave para quebrar la maldición y el equipo celebró con la sensación de haber superado un obstáculo psicológico tan grande como deportivo. El sueño de la Copa sigue más vivo que nunca.