El equipo de River está por cerrar el mes con dos partidos más en lo que resta de la semana. Agosto fue intenso, con una agenda apretada, y Gallardo todavía arrastra un problema sin resolver: el mediocampo.
En el mercado de pases, Juan Portillo llegó a Núñez con la cualidad de jugador polifuncional, pero una mala noticia lo frenó antes de poder mostrarlo. El ex Talleres arrastraba molestias físicas que demoraron su debut y, aunque ahora comienza a sumar ritmo, ante las bajas en la defensa debió ser utilizado en esa posición y cumplió cubriendo espacios.

Por otra parte, siempre se habló de la jerarquía de Enzo Pérez y Nacho Fernández. Ambos, ya con más edad, no tienen el mismo rendimiento que en el pasado, pero su experiencia y su rol consolidado en el club le sirven a Gallardo para ordenar el mediocampo. Aun así, la exigencia física impide que puedan sostener los 90 minutos con la intensidad necesaria.


También arribó otro ex Talleres para reforzar esa zona: Matías Galarza Fonda. El volante tuvo un buen debut, pero con el correr de los partidos generó dudas en los hinchas. Aunque muestra velocidad y potencia, todavía le falta control y regularidad. De todas maneras, mantiene el respaldo del técnico.
El caso de Kevin Castaño fue distinto: comenzó deslumbrando, pero en este segundo semestre perdió protagonismo. Ante Libertad en Asunción fue reemplazado en el entretiempo y luego no volvió a ser titular. En contraste, lo de Galoppo fue en ascenso: empezó sumando desde el banco, pero con su doblete frente a Godoy Cruz se ganó la confianza para arrancar desde el inicio.



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Otro dilema se da entre Santiago Lencina y Juanfer Quintero. El juvenil se ganó un lugar en la segunda parte del año y respondió cuando lo probaron, pero el colombiano es una debilidad para Gallardo. Su conocimiento del juego, la precisión en los pases y su pegada en los tiros libres lo convierten en una opción clave en momentos decisivos.


Por último, Costantini y Juan Cruz Meza aparecen de a poco. La idea es llevarlos con calma, pero cada vez que ingresan aportan frescura, velocidad y juventud. El desafío será encontrar la combinación justa entre experiencia, jerarquía y dinámica para que el mediocampo logre el equilibrio de cara a los próximos compromisos, especialmente los cuartos de final de la Copa Libertadores ante Palmeiras.