Fausto Vera fue el primer nombre por el que River avanzó con decisión en este mercado de pases. Al no ser prioridad para Jorge Sampaoli en Atlético Mineiro, en Núñez entendían que la negociación podía resolverse con rapidez y que el volante estaría disponible para el inicio de la pretemporada. Sin embargo, con el correr de los días, el pase entró en una meseta inesperada que empieza a generar impaciencia.
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La propuesta formal del Millonario consiste en un préstamo por un año, con un cargo de 1.500.000 dólares y una opción de compra fijada en 4.5 millones. En caso de ejecutarse, Mineiro recuperaría la inversión realizada en 2024 por el ex Argentinos Juniors, algo que en principio dejó conformes a los dirigentes brasileños y allanó el diálogo entre las partes.

El problema aparece en los detalles finos del acuerdo. Existen diferencias en los montos finales y, sobre todo, en las condiciones y plazos de pago. Desde River consideran que son aspectos negociables y que no deberían hacer caer la operación, pero por ahora mantienen la llegada de Vera en pausa y sin fecha de resolución.
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En paralelo, Gallardo también empuja por Santiago Ascacíbar. No son alternativas excluyentes, sino objetivos complementarios. La negociación por el Ruso es más compleja: Estudiantes lo valora en seis millones de dólares, quiere retenerlo para la Libertadores y prioriza una venta al exterior. River sabe que el tiempo juega un papel clave y por eso busca destrabar primero el caso Vera.