River espera por buenas noticias en el cuerpo médico: Maxi Meza, quien fue sometido hace casi 100 días a una operación por una tendinopatía rotuliana en su rodilla derecha, está cerca de iniciar el tramo final de su recuperación. El mediocampista fue figura en temporadas anteriores y su regreso representa un alivio para el cuerpo técnico en medio del mal momento deportivo.
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Meza intensificó trabajos diferenciales en las últimas semanas, pero aún no completa entrenamientos con normalidad ni recibió el alta definitiva. Gallardo lo necesita como opción sólida en el medio campo, donde hoy las piezas que vienen sufriendo desgaste están al límite. Su retorno aportaría profundidad y recambio en un plantel falto de variantes.
La recuperación llega justo cuando el equipo atraviesa una crisis de resultados: eliminaciones y derrotas consecutivas vuelven cada partido en una prueba de carácter. Tener de vuelta a un jugador con experiencia y recorrido podría marcar diferencias en partidos donde la suerte y la fortaleza mental cuentan tanto como el juego.
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Si todo marcha bien en lo médico, Meza podría reingresar al banco o incluso ser tenido en cuenta para ser titular en el corto plazo. Gallardo ya lo espera con los brazos abiertos, porque sabe que cada refuerzo cuenta en esta fase decisiva del torneo.