El fútbol argentino tiene casos curiosos, y el de Matías Kranevitter es uno de ellos. A los 21 años era el mejor volante central del país, pieza clave del River campeón de América y llamado a ser el sucesor de Mascherano en la Selección. Sin embargo, diez años después, su presente está muy lejos de aquel nivel. Hoy, sin lugar en el Millonario y con contrato hasta diciembre, no consigue club.
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Kranevitter debutó con Ramón Díaz y brilló con Gallardo, destacándose por su inteligencia táctica, su precisión en los pases y su capacidad para recuperar sin necesidad de un físico imponente. En 2015 fue vendido al Atlético de Madrid, y tras pasar por Sevilla, Zenit y Monterrey, nunca volvió a alcanzar la regularidad de sus primeros años. Su carrera fue en descenso, golpeada por lesiones y falta de continuidad.

En su regreso a River en 2023, bajo el mando de Demichelis, el club apostó por él invirtiendo 2,5 millones de dólares. Pero tras una dura lesión en su debut, nunca logró asentarse. Con Gallardo parecía tener un nuevo aire, sumó minutos y buenos partidos, pero nuevamente su físico y la competencia lo dejaron atrás. Con Enzo Pérez de regreso, quedó definitivamente relegado del equipo titular.
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A sus 32 años, Kranevitter busca nuevo destino mientras entrena apartado. Su paso por River deja 54 partidos en esta segunda etapa, con más decepciones que alegrías. Un caso que refleja cómo el fútbol, en sus vueltas impredecibles, puede cambiar radicalmente la historia de un jugador que parecía destinado a la cima.
