En un vivo junto a un amigo en la plataforma Kick, Kevin Castaño sorprendió con su costado más íntimo. Lejos de los flashes y del rigor de los entrenamientos, el volante de River habló desde el corazón y recordó cómo soñaba con vestir la camiseta del club desde sus días en Colombia. "Me despertaba, veía el escudo y decía: ‘yo quiero jugar en River Plate’", confesó con una sonrisa.
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Ese deseo, que lo acompañó desde niño, se transformó en realidad este año, aunque su presente atraviesa altibajos. Tras un arranque prometedor, Castaño reconoció que no está en su mejor momento y que debe recuperar su nivel. "He tenido partidos malos, soy autocrítico. Si no ves tus errores, no podés mejorar", explicó, mostrando madurez y autoconocimiento en medio de las críticas.

Con 34 partidos en la temporada y aún sin goles, el colombiano busca reencontrarse con su mejor versión para sostener la confianza de Gallardo y seguir en el radar de la Selección de Néstor Lorenzo. Su deseo es claro: ser protagonista en la recta final del año y demostrar por qué River apostó fuerte por él.
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En la parte más emotiva de la transmisión, Castaño habló de su experiencia en Europa y del valor de lo esencial. "En Rusia tenía mucho dinero, pero no tenía nada. Me di cuenta de que lo importante es mi familia, mi hija, mi papá. El dinero no lo es todo", confesó. Un mensaje humano y sincero, que reflejó a un jugador que no solo busca redimirse en la cancha, sino también mantener los pies en la tierra.