River volvió a tropezar en su gran obsesión. La derrota 3-1 frente a Palmeiras en San Pablo, que cerró un global de 5-2, no solo significó el final de la ilusión de volver a alzar la Copa Libertadores en 2025, sino que expuso otra vez un karma que viene repitiéndose en los últimos años: las eliminaciones ante equipos brasileños.
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Desde su regreso a los torneos internacionales en 2014, el Millonario había logrado construir una imagen temible, con victorias memorables como el 3-0 a Cruzeiro en Belo Horizonte por la Libertadores 2015 o el 2-1 a Gremio en Porto Alegre en 2018, que lo llevó a disputar la histórica final contra Boca. Sin embargo, la tendencia cambió a partir de 2019, con una seguidilla de golpes que aún pesan.
Todo comenzó en Lima, en la final de la Libertadores 2019. River ganaba 1-0 y estaba cerca de su quinta corona continental, pero Flamengo lo dio vuelta en los minutos finales con dos tantos de Gabigol. Al año siguiente, Palmeiras lo eliminó en semifinales con un global de 3-2, tras un inesperado 3-0 en el Monumental.
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La lista negra se amplió en 2021 con la paliza de Atlético Mineiro (4-0 en el global) y siguió en 2023 con la dolorosa caída por penales ante Inter de Porto Alegre, ya bajo la conducción de Martín Demichelis. En 2024, el regreso de Gallardo ilusionó a los hinchas, pero el propio Mineiro volvió a dejar a River afuera en semifinales con un claro 3-0.
El último capítulo lo escribió Palmeiras, que con autoridad se metió en semifinales y volvió a poner a River contra las cuerdas, sumando una nueva eliminación a la racha adversa. Así, la última vez que el Millonario logró imponerse en un mano a mano frente a un brasileño fue en 2020, cuando dejó en el camino a Athletico Paranaense en octavos de final con un ajustado 2-1 en el global.