Una de las grandes novelas del último mercado de pases de River terminó teniendo un desenlace insólito. Rodrigo Villagra, que había sido adquirido a Talleres por una cifra millonaria tras semanas de negociaciones desgastantes, fue vendido a Rusia por cuatro millones de dólares más bonos sin haber demostrado su potencial en Núñez. Desde marzo, su presente en el CSKA Moscú solo acumula frustraciones: no debutó, casi no fue al banco y ahora atraviesa una lesión que lo marginará por lo menos hasta septiembre.
Para el mediocampista central de 24 años, los números son crueles: 222 días sin jugar un partido oficial, con apenas una convocatoria el 16 de marzo ante el Akron Togliatti, y ningún otro llamado en los 15 encuentros restantes del club en la liga rusa. Detrás de ese presente hay un trasfondo claro: su arribo fue impulsado por la dirigencia, pero ni el anterior DT Marko Nikolic lo pidió, ni el actual, el suizo Fabio Celestini, parece tenerlo en cuenta.
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Como si fuera poco, a la inestabilidad deportiva se sumó un nuevo golpe: a principios de julio, Villagra comenzó un tratamiento por una lesión en el ligamento colateral medial de la rodilla derecha, lo que lo dejará fuera de al menos seis partidos más. Recién después de su recuperación, el cuerpo técnico evaluará si está en condiciones físicas de competir. Una eternidad para alguien que, hace apenas un tiempo, era titular indiscutido en Talleres.
Desde que dejó Córdoba, la carrera de Villagra entró en un tobogán. En River, ni Marcelo Gallardo ni Martín Demichelis lograron potenciarlo. La presión por ser "el 5 de River" lo desbordó y nunca encontró su lugar. Su salida al CSKA pareció ser una vía de escape, pero terminó siendo una trampa sin salida: sin ritmo, sin confianza y con una lesión, su karma parece no tener fin.
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Lo que iba a ser el salto al fútbol europeo se convirtió en una pesadilla con tintes surrealistas. Villagra, que alguna vez fue sinónimo de proyección y equilibrio en la mitad de la cancha, hoy pelea por volver a sentirse jugador. ¿Podrá revertir este duro presente o quedará como otro nombre más en la larga lista de apuestas que nunca despegaron?