La postura de River en este mercado de pases es concreta y sin rodeos. El club apunta a un nombre, avanza con decisión y, si el acuerdo no se encamina rápido, opta por correrse y buscar otras opciones. Así logró cerrar con relativa rapidez las llegadas de Fausto Vera y Aníbal Moreno, los dos primeros refuerzos para el 2026. Con Santino Andino el escenario empezó a cambiar y hoy la operación aparece seriamente comprometida.
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En los últimos días, el extremo de Godoy Cruz cambió de representante y pasó a trabajar con una agencia internacional que prioriza su desembarco en el fútbol europeo. En Núñez tomaron nota de este giro y fijaron un plazo claro: esperarán una definición hasta el sábado 27 de diciembre. Caso contrario, darán por caída la negociación y redirigirán esfuerzos a otro objetivo.

Entre River y Godoy Cruz ya existía un principio de acuerdo para comprar el 60% del pase en una cifra cercana a los cinco millones de dólares, un ingreso clave para el club mendocino tras el descenso. Sin embargo, la falta de respuesta del futbolista, influenciado por su nuevo entorno, terminó por enfriar una operación que parecía bien encaminada semanas atrás.
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Ante este panorama, River ya tiene una alternativa concreta en carpeta. Se trata de Tadeo Allende, actualmente perteneciente al Celta de Vigo y con un reciente paso destacado por Inter Miami. Si lo de Andino se cae definitivamente, el Millonario podría avanzar por la compra de un porcentaje del pase por una cifra cercana a los seis millones de dólares, aunque deberá competir con el interés del Austin FC de la MLS. El objetivo es claro: cerrar al tercer refuerzo antes de fin de año.