River acaba de disputar el encuentro por la 4ta fecha en el Libertadores de América ante Independiente, un duelo amargo que, si bien le sirvió para sumar un punto, el rendimiento del plantel no fue el esperado. El Millonario debe mejorar mientras se prepara para el encuentro del jueves ante Libertad de Paraguay por la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores.
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Dentro de las malas noticias, Paulo Díaz, titular en la zaga central, no estuvo entre los 11 por una inflamación en la rodilla izquierda que le impidió incluso estar en el banco de suplentes. Quien tuvo que hacer su debut de forma inmediata fue Lautaro Rivero, que supo imponerse con su cuerpo en los mano a mano, siendo junto Armani los más certeros del encuentro.
Al final del primer tiempo, Germán Pezzela disputó una pelota con Walter Mazzanti, se enredó y quedó en el suelo, sin poder levantarse y a pura lágrima. Se agarró la rodilla izquierda y tuvo que salir, por lo que ingresó obligatoriamente el único central que quedaba en el banco: Sebastián Boselli. El Millonario disputó todo el segundo tiempo con jugadores que llegaron en la repesca en la zaga central.
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El campeón del mundo era el tercero en la lista de defensores, ya que venía de partidos flojos, pero tras la lesión también de Martínez Quarta, quedó como titular. A la espera de los estudios médicos que se realizarán mañana, el parte preliminar indica un esguince en la rodilla. La mayor preocupación es que se confirme una rotura de ligamento, lesión que ya sufrió en su rodilla derecha en noviembre de 2012.