Racing y River volverán a enfrentarse en un contexto cargado de tensión, con una rivalidad que sumó capítulos calientes en los últimos meses. Los casos de Maxi Salas y Juanfer Quintero, más el reciente triunfo millonario en Copa Argentina, elevaron la temperatura entre ambos clubes. Ahora, el Clausura los vuelve a unir en un mano a mano decisivo que definirá su futuro inmediato en la temporada.
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El equipo de Gustavo Costas logró un cierre sólido y terminó tercero en la Zona A con 25 puntos, mientras que los de Marcelo Gallardo llegaron sextos en el Grupo B luego de un flojo sprint final. Por eso, el cruce será en el Cilindro de Avellaneda, aunque sin público debido a la sanción impuesta por Conmebol a Racing tras el recibimiento ante Flamengo. El clima, igual, promete ser intenso pese a las tribunas vacías.
Más allá del pase a cuartos, el partido tiene un condimento mayor: ambos necesitan ser campeones del Clausura para clasificar de manera directa a la Copa Libertadores 2026. Ni Racing ni River lograron entrar por la tabla anual, por lo que esta chance se volvió vital. Una eliminación tendría un impacto doble, especialmente para la Academia, que en caso de quedar afuera no tendrá más vías de acceso al máximo torneo continental.
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River, en cambio, conserva una última esperanza: que Boca, Rosario Central o Argentinos Juniors ganen el Torneo Clausura y liberen un cupo para la fase previa. Aun así, la mira está puesta en el cruce del 23 de noviembre, fecha en la que se disputarán todos los octavos de final. Será un choque con historia, condimento y mucho en juego, que definirá buena parte del destino de ambos en 2026.