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River Plate se juega mucho más que un lugar en las semifinales de la Copa Libertadores. Este miércoles recibirá a Palmeiras en Núñez y deberá enfrentarse a una estadística que lo persigue, con la obligación de hacer valer su localía y dar el primer golpe en un ida y vuelta que promete ser más que peleado.
Desde 2019, el Verdao logró lo que pocos equipos extranjeros consiguieron: pisar Argentina y salir siempre con un resultado positivo. Empates con Boca y San Lorenzo, triunfos resonantes contra Tigre y River, e incluso una victoria en Mendoza frente a Godoy Cruz, son parte de un registro que lo consolidó como un rival incómodo y difícil de vulnerar.
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Como si fuera poco, los de Núñez arrastran otro peso: las únicas dos series mano a mano de Copa que jugaron contra Palmeiras terminaron en derrota. La más recordada, en 2020, fue aquella semifinal en la que River quedó eliminado pese a rozar la épica en San Pablo. La historia reciente le pone aún más picante al cruce de este año.
El Monumental será escenario de un partido donde River necesita más que nunca imponer condiciones. Gallardo sabe que su equipo debe recuperar esa fortaleza copera como local para cambiar la tendencia. Palmeiras, por su parte, llega con la tranquilidad que le da haber terminado primero en su grupo y con un plantel experimentado que sabe cómo jugar estos partidos.