Alan Torres y Agustín Juárez, ambos de 20 años, son dos talentos surgidos de la cantera que actualmente forman parte del plantel de Reserva en River. Aunque prometieron desde infantiles y han sumado minutos desde el banco, todavía no firmaron su primer contrato profesional con el club. El reloj corre: si no estampa la firma antes de fin de año, quedarán libres y deberán buscar destino en otra institución.

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La situación abre una incógnita seria sobre su futuro en el club de Núñez. River recuperó consolidación en Reserva bajo la conducción de Marcelo Escudero, pero en esa recuperación también quedaron varios juveniles rezagados. Torres y Juárez podrían ser parte de la próxima lista de bajas si no se consensúa un vínculo que asegure su continuidad.

No son los únicos en stand-by: Agustín Obregón y Joaquín Flores están en una situación similar. En el caso de Obregón, ya hay charlas con el club para renovar. Sin embargo, con Flores aún no se realizaron gestiones formales, lo que complica aún más las posibilidades si la dirigencia no activa el radar juvenil cuanto antes.
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La decisión de estos jóvenes deberá tomar forma rápidamente. River sabe que retener su talento no solo representa una inversión en el futuro deportivo, sino también en la identidad del club. Para los juveniles, firmar el contrato antes de 2025 no es solo una formalidad, sino una llave que les permite seguir soñando con debutar en Primera bajo la banda roja.