River inició un período clave de la temporada. La exigente agenda de agosto y septiembre pondrá al plantel de Marcelo Gallardo frente a compromisos determinantes en todos los frentes. Con el Torneo Clausura, la Copa Argentina y la Copa Libertadores en juego, cada encuentro se vuelve fundamental para sostener la ilusión de pelear hasta el final.
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La seguidilla comenzará con el choque ante Lanús y continúa con el duelo frente a Unión, correspondiente a los octavos de final de la Copa Argentina. A los pocos días, el Millonario recibirá a San Martín de San Juan por la séptima fecha del Clausura, en una seguidilla que no da respiro y que obliga a exprimir al máximo el recambio del plantel.
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El gran desafío llegará en septiembre. Primero, River deberá visitar a Estudiantes y luego disputar la ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores ante Palmeiras en el Monumental, un cruce que puede marcar el rumbo del semestre. Apenas cuatro días más tarde, el Millo tendrá que visitar a Atlético Tucumán antes de definir la serie en Brasil.
Este tramo decisivo se dará sin refuerzos, lo que incrementa la preocupación del cuerpo técnico ante la gran cantidad de lesiones que viene sufriendo el plantel. Gallardo sabe que la exigencia será máxima y que el desafío no pasa solo por el calendario, sino también por mantener en pie a un equipo que deberá sacar carácter y temple para sostener las tres competencias.