Thiago Fernández, mediocampista de 19 años, quedó en el centro de la polémica luego de ser separado del plantel profesional de Vélez. River había intentado incorporarlo pagando la cláusula de rescisión, pero desde la dirigencia del Fortín rechazaron la propuesta y se plantaron en su postura de no negociar.
La consecuencia fue inmediata: el juvenil no volverá a jugar con la camiseta de Vélez y permanecerá inactivo hasta 2026, cuando se cumpla su contrato. La decisión dirigencial lo margina de la competencia oficial durante más de un año.
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En paralelo, Fernández ya tiene definido su futuro. El Villarreal de España lo espera a partir de 2026 gracias a un preacuerdo firmado que le permitirá emigrar en condición de libre. Así, Vélez no percibirá dinero por la transferencia, a pesar de haber tenido la posibilidad de recibir una importante suma desde Núñez.
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El caso pone en evidencia una contradicción recurrente en el fútbol argentino: los clubes buscan retener a sus figuras, pero al mismo tiempo se arriesgan a perderlas sin rédito económico. En este caso, la negativa a negociar con River terminó dejando a Vélez sin el jugador y sin el beneficio de su cláusula de salida.