Con el segundo partido frente a Libertad a la vuelta de la esquina, Marcelo Gallardo decidió realizar varias modificaciones en el equipo para darle descanso a los habituales titulares. Entre los que tuvieron su chance apareció Bautista Dadín, quien hizo su debut con la camiseta de River en el Monumental, mientras que Miguel Borja debió esperar su oportunidad en el banco de suplentes hasta bien entrada la segunda mitad.
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Ya en el complemento, con el resultado a favor y River ganando por 4 a 2, el Muñeco mandó a la cancha al colombiano para que sumara minutos de cara a los compromisos coperos. Su ingreso se dio en lugar del juvenil Dadín, pero el delantero no pudo aprovechar las situaciones que se le presentaron. La primera fue inmediata y terminó en un blooper, errándole a la pelota en el área rival.
Pese a esa acción, el Colibrí tuvo otra oportunidad clara antes del cierre del encuentro. Esta vez se acomodó para definir de frente al arco, pero Franco Petroli reaccionó rápido y le ahogó el grito de gol con una buena tapada. La bronca del colombiano quedó en evidencia y volvió a quedar expuesta su sequía goleadora, un tema que preocupa tanto a Gallardo como al propio jugador.
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El gesto de Borja a los hinchas de River no pasó desapercibido. Consciente de su mal momento y de las chances falladas, el delantero levantó las manos en el aire y, con un gesto de unión de palmas, le pidió perdón a la popular del Monumental. Fue una manera de reconocer su deuda con la gente y de mostrar que está comprometido a revertir la situación lo antes posible.
Ahora, con el duelo clave ante Libertad en el horizonte, el entrenador deberá decidir si vuelve a apostar por Borja desde el arranque o si lo guarda como alternativa. Lo cierto es que el colombiano atraviesa una sequía que lo pone bajo la lupa, pero al mismo tiempo sabe que una sola conquista podría cambiar el ánimo y devolverle la confianza que tanto necesita.