El gran presente de la Sub-20 argentina se traduce en logros. El equipo se quedó con el título en el prestigioso torneo de L’Alcudia, mostrando personalidad y juego ante rivales europeos. Para el nuevo ciclo de entrenamientos, Placente volvió a mirar hacia Núñez y eligió a cuatro juveniles de River que vienen dando que hablar y sueñan con consolidarse en el radar de la Selección.
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Ian Subiabre y Bautista Dadín son dos de los citados. Ambos están blindados por el club con cláusulas de rescisión de 100 millones de euros, señal clara de la confianza que hay en su proyección. Subiabre ya debutó en Primera y tuvo buenos pasajes, mientras que Dadín destaca como una de las apariciones más prometedoras de las Inferiores. El otro con minutos en la máxima es Santiago Lencina, que viene de marcar un doblete ante Instituto.
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El cuarto convocado es Agustín Obregón, mediocampista de perfil bajo que brilla en la Reserva y que espera su oportunidad para pegar el salto. De juego limpio y buena visión, Placente ya lo había tenido en carpeta en llamados anteriores. Aunque todavía no debutó en Primera, en River lo siguen de cerca por su madurez y constancia. Todo indica que es cuestión de tiempo para que le llegue su chance.
La citación representa una nueva vidriera para todos ellos. Con la Sub-20 campeona y en pleno crecimiento, entrenar en Ezeiza no es un premio simbólico, sino un paso firme hacia el alto rendimiento. En River lo saben: las joyas ya están talladas, y la celeste y blanca puede ser el escenario perfecto para terminar de pulirlas.