Lucas Ocampos habló con el corazón antes de enfrentar a River y dejó en claro que no será un partido más. Con pasado en Núñez y presente en Rayados, el delantero palpitó el cruce decisivo de este sábado en Los Ángeles, correspondiente a la segunda fecha del grupo E del Mundial de Clubes 2025. A dos días del encuentro, sus palabras no pasaron inadvertidas.
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"Todos saben, mi corazón va a estar totalmente dividido", aseguró el futbolista de 30 años, quien llegó al club de Núñez con apenas 15 desde Quilmes y debutó en Primera durante la temporada 2011/12. Aquella etapa duró poco —solo una temporada, 40 partidos y 7 goles— pero le bastó para ser vendido al Mónaco por mas de 13 millones de euros. Hoy, tras una larga carrera en Europa, representa a Monterrey, donde ya acumula 32 encuentros oficiales.
Ocampos no ocultó su respeto por River y admitió que será un cruce muy especial: "Va a ser muy especial, porque enfrente estará el club de donde salí y que me formó". Aunque fue claro con lo que le tocará afrontar: "Esto es un trabajo y habrá que dejar de lado el cariño. Por un lado va el profesionalismo y por otro el sentimiento del hincha". Y completó: "Intentaré hacerlo de la mejor manera posible para hacer un gran partido y llevar a Monterrey a la siguiente fase".
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La frase llegó en un contexto de alta tensión, donde cada declaración cuenta. Días atrás, Marcelo Gallardo había remarcado que se trata de "un partido de suma importancia", dado que una victoria clasifica a River y lo deja primero en su zona. También Sergio Ramos, compañero de Ocampos, elogió "la sangre argentina" y anticipó "un duelo intenso, agresivo y con mucho roce". En ese clima, el ex Millonario puso sobre la mesa lo que muchos hinchas quizás se preguntaban.